martes, 15 de diciembre de 2009

Despejando la X-1

Giraba en una espiral y, quedaba
aún mundo para la eternidad.
El agua le daba igual.
Era la piscina lo que era.

Y nadó largos casi infinitos y, estuvo bien
haber hecho la bomba o erguido bien el palo
en los momentos de delirio, se repetía
¿cómo es posible un salto
con esperanza?

Entonces se paró y, al tiempo
le pidió poder ir hacia atrás,
pero éste le dijo: - No,
tú ya lo estás,
sólo te falta creer en los demás.

Y allí siguió, en su pedal
hizo novillos al poco o más tardar.

Del fin llegó, sin nada más
expuesto al mundo:
rodar para avanzar