Creo en la profesión,
no en el trabajo,
me mandan -!haz esto!-,
y le hago aquello y lo otro,
ahora... límpiame la cuenta o…
cámbiate de mesa, riega bien la planta,
envía dos mensajes diciendo que no voy,
mira que haya papel en la impresora,
¿si bajas a la calle… me traerás tabaco?
Pues también,
¿pero yo,
a quién le digo que me dé
lo que se ve que no es objeto?
¿a quién que escuche qué?
Si yo creo en el silencio
porque me abre el corazón
o me cierra la boca,
me deja sin voz y
me roba
casi siempre
la palabra.
¿a quién
siendo
pobre
dé
qué?
Cuando apenas doy para comer,
y de lo poco,
mío,
nada.
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1 comentario:
JODER.
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