Alboroto en un 43:
Un niño se pasa un cebra y, dos ancianas
que reclamaban asiento,
se incorporan con la ayuda de los frenos
a una piña de veinte cabezas que empaña
el cristal de la parada.
El niño bala salta veinte metros, y atraviesa
tres locales, cuatro carriles y cinco coches,
un campo de pupilas se queda sin voz
mientras otro de ojos fúnebres se pierde
tras la matrícula de un 127.
viernes, 14 de noviembre de 2008
Enteros de ciudad
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1 comentario:
y acelera acelera que vienen los P...
qué bueno nano, qué veloz
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